Anotaciones eróticas. Lección 2 / Cuando alguien entra subrepticiamente a la habitación donde estás dibujando y vos, sobresaltado, ocultas pudorosamente el dibujo, es un indicativo irreversible de que ese dibujo es el que hay que publicar / Click sobre las imágenes para ampliar.
18 comentarios:
Gran dibujo, buen color... falta algo, no sé. Una mina, quizás.
Disculpemé mi estimado Galliano, me confundí de blog, le juro que lo hice sin ninguna intención.
Ahora sí me siento en casa (de mala letra)
No lo dude ni un instante, Galliano, está en su casa.
Me encanta ya solo el lapiz, no digo mas...
Se que maneja varios idiomas, Número Uno, así que le voy a contestar en argentino... Si usted dice que le encanta el lápiz es porque sabe que adentro hay una mina.
EXCELENTE IMAGEN; TE FELICITO!
Sus felicitaciones, mi siemprebuenhumorada Selma, siempre son garantía de un día afortunado.
Increible... simplemente increible!!!!
Que bueno es poder ver trabajos así...
Saludos!!!!!!
Invito a mis pornográficos y estimadísimos visitantes a revolcarse por las humedecedoras galerías del excitante arte erótico de Matías.
http://matiasbbazan.blogspot.com/
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Y usted es quien trabaja esa mina de oro...
Con una mina de oro es imposible hacer un dibujo, Número Uno, apenas si se pueden comprar todos los dibujos que uno quiera.
Esa última caripela de individuo plenamente satisfecho sólo se logra en situaciones como esta. Con la minita tan activa y compenetrada con su tarea, retozando con sus patitas al aire, ¡gauchísima, solidaria,feliz por brindarse a su semejante!
¿Vos decís que hay que creer en la minitas, Manu, que hay que tenerles fe llatio?
Sin duda Tomi. La FE es FEmenína y también la FEllatio, Aunque en este metié le han salido tantos competidores masCULINOS que no se que decirte, che.
Así es, Manu, si la crisis está haciendo cada vez mas complicado mantener el empleo ni te digo para conseguir un ascenso, y hay algunos que ya no saben que hacer para llegar a gerentes, empiezan chupando las medias y terminan chupando cualquiera.
El tomi es un duro!
-Hay que endurecerse sin perder la ternura jamás- dijo Ernesto Guevara, mi estimado Jesús, y yo siempre le he creído firmemente al Che.
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